Una vez más, pero ahora sin la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, quien está en campaña por la reelección, el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Puebla tiene un desencuentro, en un pequeño detalle, el Ayuntamiento llevó a cabo obras sin previo aviso, sin permiso y sin decir agua va.
Las obras son la rehabilitación de las calles 8, 10, 12 y 14 poniente, donde los trabajos empezaron a llevarse a cabo a partir de las 12 horas, y dos horas, el proyecto fue detenido por personal de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, así como funcionarios de la Coordinación General de Protección Civil Estatal.
No está por demás referirlo, pero quizá si esos trabajos sobre el acomodamiento de adoquín se llevaban a cabo durante la madrugada, al amanecer estarían listos, o a cualquier hora del día, pero con los permisos adecuados.
El colectivo siempre critica que entre gobiernos no se exige el cumplimiento cabal de las normas y de las leyes, o que hay encubrimiento y que existe dispensa, mientras a la iniciativa privada, al ciudadano común, al comercio establecido, se le exige hasta lo inexigible con tal de exprimirlos y sangrarlos.
Estamos frente a la exigencia de la ley y de las normas, y frente a la posibilidad de que entre autoridades sean los primeros en exigir lo que se le obliga a cumplir al ciudadano común.
Sin embargo, también se está frente a otro caso más de enfrentamiento entre autoridades del mismo partido, que mucha gente cree que es parte de las pugnas políticas y que así se llevan y así se cobran las facturas, pues como siempre, en política la forma es fondo y aquí se arrastra mucho de enfrentamientos entre ambos niveles de gobiernos.
Una vez más, solo era pedir permiso, obtener el formulario, mantener la simple formalidad y cuidar la institucionalidad. No, esta vez se optó por iniciar obras a diestra y siniestra, sin siquiera tomar en cuenta que entre una obra y otra había estacionamientos públicos, en donde los autos de los propietarios se quedaron atrapados, porque no hubo ningún aviso previo y oportuno sobre lo que iba a ocurrir.
Y precisamente, a unos pasos de la clausura, sigue funcionando un antro de muy mala muerte, “El Paseo de los Niños”, que se encuentra en la 10 Poniente, justo junto a un estacionamiento, el acceso principal del antro de muy, pero muy mala muerte se encuentra cerrado, claro está; el acceso es a unos pasos de ahí, en donde hay un negocio fachada donde supuestamente venden papas fritas y otras frituras de muy mal gusto y rancias. Basta acercarse a la puerta principal para escuchar el ruido de la tambora en lena temporada COVID-19, la clausura le corresponde al Ayuntamiento.