Por Ismael Bermejo
Al Confesor llegan diversos reportes ciudadanos en contra de Juan Rivera, presidente municipal de Chignahuapan, quien en tan solo cinco meses ha demostrado su falta de oficio para gobernar este gran Pueblo Mágico.
Y si bien es cierto que en los últimos años este municipio no ha tenido grandes administraciones, el actual alcalde ha dejado claro en muy poco tiempo que Chignahuapan volverá al rezago ante la carencia de un buen gobierno.
En apenas 150 días al frente del Cabildo, Rivera Trejo ha tendido una red de negocios familiares, principalmente en contra de comerciantes y vendedores, a quienes ha perjudicado en lo que para ellos representa la mejor época de ventas del año.
Aunado a lo anterior, hasta el momento solo ha ejecutado acciones y trabajos que el pasado Consejo Municipal había planeado, por lo que dedica la mayor parte de su tiempo a subir videos en redes sociales sobre cualquier tema, menos sobre acciones de gobierno.
Por si fuera poco, el famoso “Diablo”, como se le conoce en todo el municipio, ha vuelto a mostrar su carácter bravucón y amenazador, tal como quedó asentado en una denuncia en su contra por delito de amenazas a un exdirigente municipal panista.
El dirigente estatal del PAN, Mario Riestra, confirmó que ya se levantó la denuncia correspondiente.
Versiones periodísticas señalan que las amenazas ocurrieron en el zócalo del municipio el pasado 18 de agosto, alrededor de las 15:00 horas.
El afectado, José Luis Galindo López, quien entonces fungía como presidente interino del PAN en Chignahuapan, denunció los hechos ante las autoridades competentes.
Todo lo anterior consta en la carpeta de investigación FGEP/CDI/FMI/CONTRALAPAZ-1/011239/2025.
De acuerdo con la nota periodística, Juan Rivera lanzó la siguiente amenaza:
“Te tengo vigilado y te voy a vigilar más (…) a mí no me vas a ver la cara de pendejo, pinche gato muerto de hambre, porque conmigo vas a conocer el bote, hijo de tu puta madre”.
La polémica, la frivolidad y la opacidad seguirán siendo, al parecer, la base del actual ayuntamiento de Chignahuapan, en donde —como dicen los pobladores— el “Diablo” gobierna.







